Se le atribuye el poema Baitou Yin (白頭吟, Canción de los pelos blancos) donde se queja de la inconstancia del amor masculino.
Casada a los dieciséis años, quedó pronto viuda y regresó con sus padres.
Sima Xiangru, un afamado poeta y músico, durante una estancia en Chengdu, fue invitado por los Zhuo a su casa.
El emperador Wu supo del talento de Sima Xiangru y le ofreció un cargo oficial en la capital.
Entristecida, Zhuo Wenjun le contestó con un largo poema que le conmovió de tal manera, que se avergonzó de su plan y regresó con ella, viviendo juntos hasta la vejez.