Zalmedina

En un principio era nombrado directamente por el rey, comenzando por Jaime I, quien los designaba según le pagaran.

En un inicio, el cargo era vitalicio pero Fernando I decidió que fuera de solo 3 años.

Alfonso V redujo este tiempo a 12 meses, y no podía ser elegido más de 2 veces.

Para esto se nombraba un jurado especial compuesto por los jueces de la taula, cuya tarea ejercían únicamente durante los 50 días posteriores al cese del zalmedina.

Su función era de consejero del mandatario, para evitar que cometiera acciones contrarias al derecho.

Nombrado por el rey pero a las órdenes del zalmedina, era la persona sobre quien delegaba en asuntos de menor trascendencia.