José Pichón
Posteriormente en ese mismo lugar se levantó el Palacio de Altamira.[2] Denunciado por sus propios correligionarios judíos, José Pichón fue primero a la cárcel por orden del rey Enrique II, de la que se libró con el pago 40.000 doblones.[1][3] Posteriormente, la delegación tomó esta orden, y junto con otros varios líderes de la comunidad, se presentaron a Fernán Martín, verdugo del rey.Tan pronto como apareció a la puerta, Fernán echó mano de él y, sin decir una palabra, lo degolló,[1] según la costumbre establecida en el gobierno interno de la judería.[4][5] La hostilidad manifiesta contra la población judía en Sevilla respondía al contexto de la crisis del siglo siglo XIV, y se vio acentuada con las predicaciones del arcediano de Écija Ferrán Martínez.