recibió el sobrenombre Yoshio («hombre noble», en japonés) debido a que mostraba atributos de nobleza.
[2] Su hermano mayor era el artista plástico Carlos Nakatani.
Sus grandes éxitos reflejan su herencia y su estilo: por ejemplo, las canciones Samurai, Lo que pasó, pasó (composición de Felipe Gil con la que participó en el Festival OTI, en 1981),[3] Reina de corazones (composición de Pablo Herrero Ibarz y de José Luis Armenteros Sánchez) y A mi manera.
[4] Su material discográfico más reciente lleva el título Lo maravi Yoshio de Álvaro Carrillo.
[9][10] Sus restos fueron cremados y sus cenizas están el Panteón Francés de la Piedad.