Sin embargo, las primeras referencias históricas del uso de Yakhchals para producir hielo se remontan al siglo XVII.
Por último, la fuerte erosión provocada por el viento (sobre todo en zonas desérticas) hacía que los yakhchales requirieran un mantenimiento constante.
Como el almacén de hielo tenía forma cónica, el aire atrapado en su interior se calentaba bajo la cúpula, mientras que las capas inferiores permanecían frescas.
[5] La parte exterior de los muros estaba jalonada con escaleras, que permitían reparar fácilmente su capa más expuesta a los elementos naturales.
Este tipo de Yakhchal sin techo solo existía en Ispahán, y consistía simplemente en un muro que proyectaba su sombra sobre un estanque.
En este caso, el hielo era traído de noche o al amanecer y llevado hasta el estanque.