Ocupa un área de monte bajo, cuya orografía es bastante irregular, con pronunciadas laderas, barrancos y numerosos arroyos.
A pesar de ello, no existen elevaciones, oscilando la altura de sus montes entre los 300 y 400 metros de altura sobre el nivel del mar, siendo escasos los que sobrepasan dicha altura.
Este yacimiento, descubierto y excavado en su mayor parte por Carlos Cerdán, en 1946, es el más claro y mejor documentado exponente de las construcciones megalíticas onubenses.
Estos monumentos pertenecen al Calcolítico o Edad del Cobre, cuyo ritual funerario estaba caracterizado por el levantamiento de dólmenes con corredor y una o varias cámaras dobles, triples o quíntuples, con diferentes trazados y tamaños.
[1][2] Los restos arqueológicos pertenecientes a este conjunto están formados por cinco unidades (A, B, C, D y E), las cuales integran, a su vez, uno o varios dólmenes.