Su escucha era común en espacios públicos como terminales de autobuses y hospitales.
También se desarrolló la costumbre de sintonizar la estación para marcar el inicio del año nuevo, minuto en la que el locutor anunciaba el inicio del nuevo año y a continuación se escuchaban doce campanadas.
[2] En los años 60 fue introducido un sistema de automatización inventado por el ingeniero Felipe Gómez, alternando entre la lectura convencional y mensajes publicitarios grabados en cadenas de 57 segundos.
Uno de sus locutores más famosos y longevos fue Luis Ríos Castañeda.
En 1983 la frecuencia pasó al control del Instituto Mexicano de la Radio (IMER)[4] luego de adquirirla a la empresa Organización Radiofónica Orfeón,[5] año en que los mensajes publicitarios cortos desaparecieron siendo sustituidos por mensajes de tipo ciudadano.