La historia comienza cuando el cirujano Shūichirō Kudō regresa a su casa y se encuentra con Kohaku, quien está atrapado en las ramas de un árbol.
Kohaku está en la Tierra para encontrar a Hisui, el arcángel de viento, quien desapareció del Cielo tres meses atrás.
En la Tierra también está Kōryū, un demonio al que le encanta molestar a Kohaku y que está buscando a Kokuyō, el hijo de Satanás, quien ha desaparecido del Infierno.
Una tarde en la que Kōryū intentaba molestar a Kohaku, aparece el propio Hisui acompañado de Kokuyō.
Sin embargo, Kohaku añora profundamente a Shūichirō y se da cuenta de que había desarrollado sentimientos por este.
Kohaku está devastado por no haber podido concederle un deseo a Shūichirō, pero este entonces le pide que se quede con él para siempre, algo que él no podría haber cumplido por sí mismo.
En el día es capaz de mantener un tamaño normal, pero en las noches se hace pequeño.
Acepta que el ángel se quede en su casa y le ayude en los deberes del hogar.
Cuando aparecen Kokuyō y Hisui, los deja vivir con él para que ninguno tenga problemas.
Hisui decidió pasar el resto de su vida con Kokuyō, aunque ello significase renunciar a su posición como ángel.
Sólo se diferencian por el color de sus ojos, una los tiene violetas y la otra azules.
Es el abuelo de Shūichirō, vive en Canadá, pero va a visitarlo cada vez que puede.
Rápidamente se encariña con Kohaku y aunque al principio parece extrañado al ver la casa de su nieto llena de gente extraña que se ha mudado permanentemente, en realidad le alegra que ya no este tan solo.
Al parecer tenía el poder de ver y atraer seres sobrenaturales como su esposa, Hotaru.