El código de vestimenta requerido era chaqueta para los hombres y se hacía cumplir estrictamente; un hombre que tuviera una reserva pero que no llevaba chaqueta, no podía acceder al restaurante de lujo y debía permanecer en el bar.
El código de vestimenta del bar era menos estricto y tenía precios medios.
En el momento del atentado, el restaurante se encontraba ocupado por los clientes y empleados habituales y acogía una conferencia de tecnología de la empresa británica Risk Waters Group llamada Waters Financial Technology Congress donde la mayoría de sus invitados provenían del Reino Unido y que se estaba llevando a cabo en la planta 106.
El chef ejecutivo Michael Lomonaco y el propietario-operador David Emil estaban entre los fundadores de ese fondo.
Se cree que el hombre representado en la fotografía de The Falling Man era un empleado del restaurante llamado Jonathan Briley.
Se planeó reabrir un nuevo Windows on the World en el nuevo edificio One World Trade Center, sin embargo, el 7 de marzo de 2011 el proyecto fue cancelado debido al amplio coste que suponía.