Le gustan tanto los dulces, que decide abrir la mejor fábrica de chocolate del mundo.
Cuando llega a edad adulta, Wonka abre una tienda de dulces —de la que el abuelo Joe era empleado—.
Sin embargo, otros chocolateros llamados Slugworth y Fickelgruber envidiosos del éxito de Willy Wonka, enviaron espías para robarle sus recetas secretas.
Es un misterio la ubicación exacta y se desconoce cómo llegó hasta esa tierra, pero ahí fue donde encontró a los Oompa Loompas —miembros de una tribu de Loompalandia, obsesionados con el cacao—, haciendo un trato con ellos los llevó hasta su fábrica donde se convirtieron en fieles trabajadores con lo que consiguió poner la fábrica en marcha nuevamente y con esto seguir con su sueño.
Cuando Willy Wonka empieza a sentirse mayor, se da cuenta de que necesita un heredero y organiza una lotería para encontrarlo.
Cinco niños encuentran los billetes, entre ellos Charlie Bucket, y obtienen la visita por la peculiar fábrica.
Como el Sr. Wonka ya sospechaba desde un principio, todos los niños menos Charlie resultan ser un perfecto desastre por insensatos (Augustus), compulsivos (Violet), malcriados (Veruca) e incluso fantasiosos (Mike), y debido a su evidente mal comportamiento van metiéndose en problemas, de los cuales salen perdiendo a medida que la visita avanza.