El proceso de fabricación del chocolate se encuentra hoy muy automatizado por lo que el término chocolatero se reserva para aquellos que utilizan técnicas más o menos artesanales imprimiendo al producto su impronta personal.
Entre las principales funciones del chocolatero se encuentran: Entre las cualidades de un buen chocolatero figuran un desarrollado sentido del gusto pues debe diferenciar correctamente los diferentes tipos de chocolate lo que sólo se adquiere tras años de experiencia.
Otra de sus habilidades debe ser la creatividad para presentar a sus clientes productos atractivos y novedosos que deleiten su paladares.
Entre los productos más originales se encuentran el tocino cubierto con chocolate o bombones con aceite de oliva.
No obstante, los compañeros más habituales del chocolate son los frutos secos como las avellanas, nueces, pasas o almendras.