Werner I (1030 - 1096), a veces llamado Werner el Piadoso,[1] fue un noble germánico que ejerció cargos en la Alta Alsacia y en la actual Suiza, incluyendo el castillo de Habsburgo, que había mandado a construir su padre Radbot de Habsburgo.
Blasien, cerca del extremo sudoeste de la actual Alemania, transformando sus ermitaños en monjes.
Falleció en 1096 dejando dos hijos: el mayor era Alberto, que quizá alcanzó a ejercer como conde de Sundgau y Vogt de Muri con el nombre de Alberto I, pero que parece haber fallecido el mismo año.
El segundo era Otón II, que gobernaría las posesiones familiares durante 15 años y sería el primero en llamarse a sí mismo «conde de Habsburgo».
Tuvo también una hija, Richenza, que se casaría con el conde de Lenzburg.