Su fama se debe a sus actuaciones en el pacífico durante la Segunda Guerra Mundial.
Fue el primer soldado raso estadounidense que ascendió a general.
También luchó en las Islas Filipinas, aunque tenía planeado volver a la vida civil como ingeniero.
Con el estallido de la Gran Guerra en 1914, Krueger recibió un ofrecimiento de puesto como observador en el ejército alemán, pero se vio obligado a rechazarlo debido a compromisos familiares.
En julio de 1946 abandonó el ejército Krueger se retiró a San Antonio (Texas), donde publicó un libro en 1953.