La investigación del choque posterior encontró que el incidente había sido causado por una falla por fatiga y la consiguiente desintegración de un disco de rotor en el motor izquierdo (motor número 1).
El avión accidentado tenía registro EP-CPG, un avión que entró en servicio el 20 de abril de 1987 como YA-TAR para Bakhtar Afghan Airlines y fue vendido a Ariana Afghan Airlines en 1988.
La tripulación de vuelo estaba formada por el capitán Ali Asghar Shir Akbari, el primer oficial Javad Masoumi Hesari, el navegante Mahdi Firouse Souheil y la ingeniera de vuelo Nima Salehie Rezve.
El piloto dio vueltas, tratando de encontrar un lugar seguro para aterrizar, pero sin éxito.
Sin embargo, el investigador jefe Ahmad Majidi informó que una de las «cajas negras» estaba dañada.
También había dos georgianos a bordo, dos canadienses, y dos australianos iraníes con doble nacionalidad.
El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, ha expresado su condolencia por los fallecidos y sus familias.
En el lugar del desastre se formó un cráter cuya profundidad fue de aproximadamente 10 metros (33 pies).
Este incendio, a su vez, destruyó las varillas que accionaban las superficies de control traseras (elevadores y timón) resultando en que los pilotos perdieran el control de la aeronave.