Gerry Bull, un exingeniero de BOAC dijo que, cuando inspeccionó el avión en Roma, comenzó a buscar «daños incidentales».
Durante una comunicación por radio sobre las condiciones meteorológicas, la conversación se cortó de repente.
Las últimas palabras del capitán Gibson fueron «George How Jig, did you get my...».
Los testigos del accidente fueron un grupo de pescadores italianos que se preparaban para hacer sus capturas.
Con el fin de encontrar más pruebas sobre la causa del accidente, los cadáveres fueron llevados al médico forense para la autopsia.
Estas consistían en fracturas de cráneo, colapsos pulmonares y otros daños.
Fornari no halló evidencia de una explosión, y se sintió confundido por dicho patrón.
Para hacer este experimento, se construyó un modelo de fuselaje similar al del Comet.
Los maniquíes estaban sentados dentro del fuselaje para simular los movimientos posibles de los pasajeros durante el choque.
Los restos de la aeronave fueron encontrados finalmente en el lecho marino y posteriormente transportados a Londres para su investigación.
Al día siguiente, el New York Times informó que BOAC había retirado de servicio todos los Comet.
El experimento se produjo 24 horas al día, 7 días a la semana y duró hasta cinco meses.
Esta fue una característica notable distintiva de todos los modelos posteriores del Comet.