Durante el tercer periodo intermedio es discutible si el cargo implicaba una función era real o sólo se concedía como título honorífico.
El virrey tenía su sede en Aniba, en la Baja Nubia.
La zona bajo su gobierno incluía toda la Nubia conquistada (hasta la cuarta catarata del Nilo), y también zonas del sur de Egipto.
Egipto extendió luego su influencia más allá de la cuarta catarata, y en esas zonas fue descartado dicho sistema de gobierno.
Con la inestabilidad política, los virreyes se independizaron creando un reino con capital en Napata, origen de la dinastía XXV, los llamados faraones negros o faraones kushitas.