Fue sometido a varias restauraciones, reintegrándose las diversas lagunas, y se realizaron repintes no muy logrados.
[1] Martín S. Soria creyó que había sido parte del retablo —actualmente desaparecido— encargado a Zurbarán en 1636 para dicha iglesia, opinión posteriormente compartida por Paul Guinard.
Aduciendo su estilo poco elaborado, María L. Caturla negó, en 1950, que este lienzo hubiera sido parte de dicho retablo, señalando que podría ser "la pintura del quadro que se pusso en la dha puerta de nra Señora", obra encargada al pintor en 1618, para la desaparecida puerta de Villagarcía, en Llerena.
Su exposición a la intemperie explicaría su pésimo estado, y sería el primer lienzo realizado por el pintor.
Con las manos abiertas, cruza sus brazos ante el pecho, en una actitud de recogimiento algo melancólica.