[1] Representa el momento en el que la Virgen es acompañada por san Juan Evangelista en la calle de la Amargura, camino del Calvario.
[2] En 1832 Juan Bautista Petroni le recompuso los brazos y Manuel Rossi la restauró en 1886.
La última restauración fue llevada a cabo por los Hermanos Cruz Solís e Isabel Poza, que le hicieron una limpieza completa en 1996.
[2] Fue la primera Virgen de una hermandad penitencial sevillana en recibir ese honor.
Las bambalinas, techo de palio faldones y manto son realizados en terciopelo granate bordados en oro por el bordador sevillano Juan Manuel Rodríguez Ojeda entre 1926 y 1927, siendo restaurado por Jesús Rosado en 2004.