A pesar de estos problemas legales Vindicación Feminista mantuvo su espíritu crítico en temas como la Constitución o la forma de Estado y llegó a ser un referente importante del feminismo durante la transición.
La dictadura había suprimido las normas republicanas por la igualdad de derechos para legislar contra la mujer.
Se empleaba la ironía, el sarcasmo y la parodia para transmitir un mensaje crítico a través del humor.
Estas historias tenían que servir para acabar con los comportamientos considerados propios de la condición femenina.
Otras colaboradoras frecuentes fueron: Alicia Fajardo, Soledad Balaguer, Rosa Montero, Victoria Sau, Nativel Preciado, Marta Pessarrodona, Antonina Rodrigo, Carmen Larraburu, Núria Beltrán y Maite Goicoechea.