Es la cabecera y mayor población del cantón de su nombre.
El señorío de Villars (que figura en los archivos desde 940) se transformó por matrimonio en señorío de Thoire y Villars en 1188, y hasta 1400 su capital fue Trévoux.
La pequeña ciudad fue pasada a sangre y fuego.
Murió parte de sus habitantes y las murallas fueron dañadas.
Según la costumbre su paga era la affanure, consistente en el 10% de la cosecha.