Villarroya del Campo

Para aislar el asentamiento y aumentar el carácter defensivo del relieve los celtíberos excavaron un gran foso en la roca.

Los principales restos que han llegado hasta la actualidad son pequeños fragmentos de un muro defensivo y el foso.

Los poblados celtíberos fueron sometidos por los romanos en torno al siglo II a. C., tras lo cual la mayoría de ellos fueron abandonados.

Fue entonces, en el siglo XII o XIII, cuando se definen los límites del término municipal que han llegado hasta nuestros días con muy pocas modificaciones.

Estaba dividida en seis sesmas: Barrachina, Gallocanta, Honor de Huesa, Langa, Jiloca y Trasierra.

En relación con la población, en la tabla siguiente se muestran diferentes censos realizados en Villarroya desde el siglo XV al XIX.

La ermita de San Bartolomé fue construida en el siglo XII, es decir, en la misma época aproximadamente que la fundación del pueblo.

Se puede decir, por tanto, que el pueblo es tan viejo como la ermita y viceversa.

Finalmente, en una de las salidas del pueblo se erige un elegante peirón extraordinariamente bien conservado y restaurado.

Los importantes cambios socioeconómicos ocurridos en España durante la segunda mitad del siglo XX han producido, como en el resto de los pueblos vecinos, un fortísimo proceso de éxodo rural, principalmente hacia Zaragoza y en mucha menor medida a Daroca.

Este despoblamiento rural es sin lugar a dudas el principal cambio social ocurrido en Villarroya del Campo desde su fundación, hace ya más de setencientos años.

Nevada en la localidad