Villanueva del Conde

Su entorno natural es incomparable dominado por robles, castaños y sotobosque siendo la jara el principal protagonista.

Respecto al año 2000, el censo refleja 257 habitantes, de los cuales 134 eran hombres y 123 mujeres.

El espacio interior cerrado se llama comúnmente "huertitas" y corresponden normalmente a los patios traseros de las casas.

Los pisos superiores están reservados para la cocina y comedor mientras los inferiores para los dormitorios, al poder aprovechar así el calor natural que desprendían los animales que habitaban en el piso inmediatamente inferior donde se situaba la cuadra.

[9]​ El lenguaje es típicamente serrano, originario de la lengua leonesa establecida en la zona durante el medievo, con características en las que se percibe la influencia del habla de Las Hurdes y palabras particulares del lugar como las "lares", las "estrebedes", "zacho", "banastas" o la "badila".

Todas las familias del pueblo tienen sus motes, como los "Lobos", el "quitapenas", los "Dientes", los "Canala" o los "Puñalines".

En él se pueden contemplar obras de los artistas Félix Curto, Alfredo Omaña, Marcos Rodríguez y Pablo S. Herrero.

Villanueva del Conde a comienzos de los años 1980
Intervención artística en el contexto del Camino de los Prodigios.
Arquitectura tradicional.
Interior del núcleo urbano.
Edificios de la plaza mayor.