El topónimo tiene un significado obvio, el mismo en español y en eusquera: ‘pueblo nuevo’.
[3] La parroquia de San Esteban ha sufrido distintas ampliaciones en el transcurso del tiempo.
No está documentado, aunque estilísticamente pertenece al siglo XVI, el coro que se levanta a los pies.
La escultura, que muestra una calidad desigual, se reserva para el banco y la calle central.
También hay que mencionar los retablos colaterales de San Miguel y la Virgen del Rosario, cuya traza romanista se debe al entallador Pedro de Gaviria quien recibía pagos en 1579.
La entrada se encuentra en el muro de la Epístola y junto a ella hay una pequeña pila de agua bendita con taza gallonada, posible obra del siglo XVI.
Se guardan además varios objetos religiosos, como un Crucificado datado hacia 1560 o una Virgen con el Niño de candelero del siglo XVIII.
Villanueva redimió sus pechas por ochocientos reales que dio al erario.