La Villa del Carril debe su nombre a los antiguos propietarios de dicha área, descendientes en cuarta generación de Salvador María del Carril.
A principios del siglo XX en la zona existían viñedos que más tarde fueron retirados para dar paso a una "barriada" bien determinada en sus inicios, que después se extendió y no tiene límites claros.
Otro rasgo diferente es que no posee un espacio verde propio.
En el extremo noreste de la Villa del Carril se localizaba la Estación del Ferrocarril Andino, posteriormente denominada Estación San Martín, que funcionó hasta la década de los '90.
A partir del mismo la política de los sucesivos gobiernos mendocinos y municipales han ido extremando cuidados y restringiendo los códigos de construcción.