Es la ciudad menos poblada del archipiélago y el único núcleo de población de la isla, que se localiza en el llamado «Grupo Occidental», al norte de Flores.
Vila de Corvo está constituida por un aglomerado de casas bajas con calles estrechas y tortuosas que suben las pendientes, conocidas localmente como canadas.
La población sufrió durante décadas una severa emigración, principalmente hacia los Estados Unidos y Canadá.
Durante el invierno, los enlaces marítimos, a pesar de regulares, están condicionados fuertemente por el estado del mar y el viento, ya que el Porto da Casa, el pequeño muelle que da servicio a la isla, no proporciona abrigo suficiente que permita las operaciones con mal tiempo.
Sin embargo, en verano, llega a haber varios enlaces al día, usando barcos rápidos que hacen el trayecto entre Corvo y Santa Cruz das Flores en media hora.