Vila Pouca de Aguiar

También conocido como "Chã das Arcas", la primera estructura megalítica de este conjunto presenta una estructura construida con tierra y piedra pequeña, cuyas dimensiones lo convierten en uno de los monumentos megalíticos más impresionantes del municipio.

En cuanto al tercer espécimen de esta necrópolis megalítica, parece que solo es posible percibir la forma primitiva, de cuya cámara sepulcral todavía no se han identificado elementos estructurales, lo mismo sucede, además, con el cuarto espécimen, identificado por la cota en terreno más alto.

Pero es, principalmente, durante la romanización lo que marca profundamente la actividad minera en este lugar.

Las minas romanas a cielo abierto probablemente ya se encontraban durante el reinado de Augusto (27 a. C., 14 d. C.), el cual comenzó la explotación sistemática de este complejo y que duró hasta la segunda mitad del siglo II d. C. Durante el dominio imperial y fiscal, el distrito minero estaba bajo la guía directa del Estado.

Después de algunas prospecciones realizadas, se supone que existen ciertas construcciones, como edificios administrativos, cuarteles, vestuarios, complejos industriales, almacenes, silos, mercados, tiendas, casas residenciales, templos y santuarios.

La explotación minera en "Covas" se llevó a cabo esencialmente por extracción a cielo abierto, lo que resultó en unas gargantas que son los esquejes (o lagos) de "Covas" y "Ribeirinha".

El asentamiento del sitio, es decir, la minería sistemática, debe haber comenzado, a más tardar, bajo el gobierno de Tiberio.

Se puede acceder desde la carretera que conecta Vila Pouca de Aguiar en dirección hacia Valpaços, en la salida de la freguesia e "Tresminas", donde se encuentra una antigua iglesia románica.

En la obra "Portugalie Monumenta Histórica", se hace referencia a este templo "De Sancta Eolália de Penzalvos, Gomecius Menendiz Abbas, Johanes Johanis, Martinus Nuniz, Petrus Gunzalvis, Fernandus Manendiz, Jurati Dixerunt quod rex non est patronus".

Hay varios altares que embellecen la iglesia, con especial énfasis en el de Almas y Nuestra Señora del Rosario.

Se cree que este último, fue ordenado para ser erigido por el Comandante Martins Aguiar, de Casa do Cabo, ya que la parte superior de la puerta principal se puede leer de la siguiente manera: “Esta iglesia fue erigida en todo momento bajo el cuidado del Sargento Mayor Borges Aguiar".

Este retablo mariano adorna la imagen, pintada al óleo, con los quince misterios del Rosario.

El techo, obra de corte fino y valor precioso, son 55 cajas con varias pinturas al óleo, enmarcadas con los más diversos temas.

La cosecha mueve a cientos de personas, algunas de ellas para su propio consumo, pero un porcentaje significativo también se recolecta para su comercialización, lo que representa un ingreso complementario al presupuesto familiar.