Viktor Tausk

Durante la Primera Guerra Mundial cumplió con sus obligaciones de médico militar.

La originalidad de su aporte a la medicina militar está basada en sus teorizaciones sobre las psicosis y su comprensión del fenómeno de deserción.

Su vida fue marcada por la pobreza, la enfermedad y la depresión.

Paul Roazen piensa poder afirmar que Sigmund Freud, celoso de la inteligencia de este joven psicoanalista, le habría apartado de él, repercutiendo aún más en su desgracia.

En la mañana del 3 de julio de 1919, después que Helene Deutsch había dejado el tratamiento de Tausk tras Freud habérselo exigido, y después de una complicada relación con Freud y con Lou Andreas-Salomé, Tausk se suicidó atándose una trenza alrededor de su cuello, a continuación, colocó una pistola en su sien derecha y disparó, colgándose al caer.