Coprotagonizada por Pablo Rago, Pilar Punzano, Francesca Trentacarlini, Giulia Michelini, Rubén Ochandiano, Caterina Murino, Bárbara Goenaga, Valeria Bertuccelli, Marta Etura, Angie Cepeda y Claudia Fontán.
El capataz desoye la petición y Andrés desobedece la orden de volver al trabajo, evacuando a los mineros; sin embargo, resulta mortalmente herido en un derrumbe.
Esa misma noche, José decide estallar la mina en venganza y tras hacerlo, es perseguido por la Guardia Civil.
Junto con su esposa e hijos, deciden emigrar a España, pero el denominado Corralito bloqueó sus depósitos bancarios impidiéndole comprar cuatro pasajes de avión.
Sin embargo, su padre le ofrece dinero suficiente para que viaje solo.
Allí José se encuentra con los fantasmas de su pasado; decide matar al capataz que mandó a la mina a su hermano hace 70 años y más tarde suicidarse para reunirse con sus amigos.
Finalmente recapacita y se da cuenta de que tiene una vida en el presente.
La serie termina con Ernesto y su padre sentados frente a la tumba de Andrés, mientras José finalmente le revela su secreto.
[14] La serie fue creada por el cineasta argentino Juan José Campanella quien halló inspiración para la historia en sus familiares emigrantes.
Eduardo Blanco, quien protagoniza la serie también afirmó: «Se trata de una historia que, desgraciadamente, no es propia.
[11] Su intención con esta obra, afirma, no es de «dar una lección a los españoles», sino «recordar lo que es ser el extraño».
[15] Campanella también produjo, dirigió y escribió varios episodios, una actividad que definió como un «trabajo de esclavos».
[11] También participaron los directores Bruno Stagnaro (dos episodios), Paula Hernández (uno) y Sebastián Pivotto (tres).
[1] En el guion colaboraron Juan Pablo Domenech (ocho episodios), Alejo Flah (siete), Áurea Martínez (seis) y la nominada al premio Oscar por La historia oficial Aída Bortnik, en tres episodios.
[17] El rodaje se llevó a cabo en 140 locaciones repartidas en Asturias, Buenos Aires y Madrid.
También es una reflexión sobre cómo el desarraigo crea vínculos y mitos que pueden salvarte o destruirte.
[20] El diario Clarín de Buenos Aires afirmó que la serie «es una superproducción notable sobre la inmigración.
Sin embargo, Canal 13 no la cuidó, la movió cuantas veces se le antojó de día y horario en un autosabotaje inexplicable.
Tras esto, la cadena decidió estrenar la serie en FDF, su canal de Televisión Digital Terrestre en febrero.
[7] Recibió múltiples nominaciones para los premios Clarín Espectáculos de 2006, aunque sólo ganó en el rubro musicalización.