Alejo, hijo único de un conde romano –y por largo tiempo anhelado por sus padres-, acepta el matrimonio que le impone su padre.Huye hasta Edesa donde, tras repartir todo su dinero entre los/as pobres, se convierte en mendicante durante diecisiete años.Hasta allí llegan a buscarlo sus propios sirvientes, enviados por sus padres Eufemano y Aglaes, pero, aunque le dan limosna, no lo reconocen.Se realizan entonces grandes milagros y todos acuden a venerar al santo.También es innegable su importancia literaria, pues, en ella radican los ingredientes necesarios, no sólo para una hagiografía completa, sino también para una narración novelesca.
Los diez primeros versos del manuscrito 19525 de la
BnF
, que comienza por « Bons fu li siecles al tens ancienor ».