San Alejo (Álex) de Roma o mendigo (siglo IV-412) es venerado como santo por las iglesias ortodoxa y católica.
Los datos sobre su vida se han transmitido en el poema del siglo XI Vie de Saint Alexis, traducido en diversas lenguas europeas durante la Edad Media.
Según la leyenda, Alejo era hijo de Eufemiano y Agalé, patricios romanos.
Luego se embarcó hacia el norte de Siria (la actual Turquía) para llegar a la ciudad de Laodicea y, después, a Edesa (actual Urfa), donde se ganaba la vida pidiendo limosna.
Acogido como mendicante, vivió durante 17 años más en su casa, sin ser reconocido, rezando y enseñando el catecismo a los niños.