Trabajó en las obras del Palacio de Justicia en Bruselas, bajo la dirección de Joseph Poelaert, y por la dedicación al oficio en su juventud recuerda a Auguste Rodin.
Influido por Wagner y Beethoven, asistió a recitales de danza en la Monnaie que después se traslucirán en su obra.
En 1890, presentó al concurso Godecharle Tourmente de la pensée, obra por la que recibió un premio que le ayudó a viajar a Inglaterra, Francia e Italia, pasando dos años en París y varios meses en Florencia.
En Francia conoció el Art Nouveau y se unió a Charles Van der Stappen (1843-1910).
Victor Rousseau esculpió un notable Cristo en la gloria, que adorna la Catedral de Oviedo.