Vicente García (compositor)

Gran parte de su obra se ha perdido y el resto se conserva manuscrita.

[3]​ El teórico del siglo XVII Andrés Lorente, en su famoso libro El Porqué de la Música (Alcalá de Henares, 1652), lo cita entre “los más insignes maestros que ha habido y hay en nuestros tiempos”, junto a figuras como Juan Pérez Roldán, Matías Ruiz y Carlos Patiño, y el poeta ilustrado dieciochesco y también compositor Tomás de Iriarte lo menciona como uno de sus doce músicos favoritos de toda la historia de la música española en su poema didáctico La música.

Se conservan de él una misa, tres motetes (todos a ocho voces),[4]​ un Beatus vir, diversas letanías y un villancico.

También el tono humano o canción "Gigante de perla y nácar" a cuatro voces de 1636, sin acompañamiento y en el estilo polifónico de su tiempo, recogido en el Manojuelo poético-musical de Nueva York: (The Hispanic Society of America), edición crítica de Lola Josa y Mariano Lambea, Madrid: CSIC, 2008.

Igualmente, el himno sacro "Defensor alme Hispaniae" en el Archivo de la Catedral de Valencia y el perdido "Salpica la fuentecilla".