Se fabrica en dos formas, una, destinada a la mujer, diseñada para masajear preferentemente la cara anterior de la vagina, y otra, destinada al varón, cuyo diseño permite masajear la próstata a través del recto.
[1] El diseño femenino tiene una forma especial que estimula preferentemente la parte anterior de la vagina.
En general, los vibradores del punto G tienen una cabeza ligeramente más grande que el glande y miden 1-1.5 pulgadas (2–3 cm) de ancho y 5-7 pulgadas (12.5-17.5 cm) de largo.
El vibrador masculino es un tubo rígido, estrecho, curvado, que termina en una cabeza redondeada.
Esto puede producir sensaciones intensas y distintas a las que se logran solo mediante la estimulación del pene.