Verde de París es el nombre popular que se dio a un compuesto con propiedades insecticidas descubierto en 1808, el acetoarsenito de cobre, cuya fórmula química corresponde a Cu3As2O3Cu(C2H3O2)2, CuCl.
Inicialmente se comercializó en 1814, no como pesticida, sino como un mero pigmento para tintas, debido al color verde intenso que presentaba.
Tras atribuirse a este compuesto los envenenamientos de algunas personas que pintaban cuadros fue prohibido su empleo como tinte.
Aparecen rastros de este veneno en numerosos cuadros pintados durante el siglo XIX.
Unos años después, debido a su extrema toxicidad en mamíferos, se prohibió definitivamente su uso.