La combinación de elementos bíblicos y mitológicos hace la obra todavía más ambigua.
Sin embargo, aquí parece insinuar lo contrario y Venus aparece en su figura más habitual, desnuda como diosa del amor carnal, pero al mismo tiempo un halo rodea su cabeza, como una santa.
Por otra parte, la compleja relación[1] entre Rossetti y su patrocinador John Ruskin, una relación que había empezado en la década de 1850,[2] empieza a deteriorarse rápidamente a raíz de las críticas vertidas por Ruskin sobre esta obra.
[3] Rossetti comenzó la obra hacia 1864 usando como modelo a una joven cocinera cuya belleza le impresionó cuando la encontró en la calle.
Era muy alta «casi una giganta» pero después cuando conoció a Alexa Wilding de una manera similar, sustituyó el rostro anterior con el suyo.