Ventosa (medicina)

Después de haber aspirado el aire cerraban acto continuo la pequeña abertura con el pulgar y continuando aumentando progresivamente el vacío hasta que habían obtenido el atinjo y la evacuación necesaria de sangre.

Cuando ha producido su efecto la ventosa, basta para desprenderla dejar que penetre en ella el aire exterior, ya abriendo la llave, ya deprimiendo la piel cerca del borde del instrumento.

Se han usado diferentes medios para hacer el vacío, si bien el más sencillo y el más fácil es expulsar el aire de la ventosa antes de colocarla en los tegumentos enrareciéndole por medio del calor.

Servían igualmente las ventosas para extraer a través de una abertura el pus o la sangre acumuladas en un foco profundo.

Podían servir también las ventosas para restablecer un flujo humoral en la superficie de una úlcera o bien para determinar allí una irritación que amenazara invadir un órgano importante.

Aplicación de ventosas
Curación por ventosas en la Edad Media (1400-1420)
Maletín de ventosas