Venancio Blanco

En 1981 se desempeña como director de la Academia Española de Bellas Artes en Roma y en 1986 pasa a ser Miembro Correspondiente de la “Pontificia Insigne Academia Artística dei Virtuosi al Pantheom”.

Además, algunas de sus principales obras escultóricas se encuentran repartidas por la capital castellana, como: el monumento al Vaquero Charro —situado en la plaza de España—, el monumento a Gerardo Gombáu —en la plaza de San Julián—, el monumento a San Francisco de Asís en el Campo de San Francisco, o el medallón del Rey Juan Carlos y Doña Sofía en la Plaza Mayor.

[2]​ Antes de fallecer, al artista le confiaba a su hijo: “Lo hermoso de un artista cuando llega la muerte es que has sido feliz en tu vida, que has elegido lo que te gustaba; y en tus últimos años reconoces la suerte que has tenido, y sigues dando gracias al Creador que te eligió para contemplar la belleza del arte y desde ahí la belleza de la amistad, de la familia, de la Naturaleza, y de tantas cosas.

Así es como yo entiendo la vida, y la muerte, que es un nuevo y definitivo nacimiento”.

Para dar continuidad a la obra y a la personalidad del escultor salmantino, se creó la Fundación Venancio Blanco.

Estatua del Templario en Plaza Virgen de la Encina , Ponferrada , de Venancio Blanco
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Santo Domingo de la Cruz , sede de la Fundación Venancio Blanco en Salamanca .