La pista fue construida por una sociedad formada por tres personas: Silvestre Ginard, Vicenç Jordà y Julià Ballester Amer, que adquirieron una parcela que fue comprada para tal empresa.
En 1973 la pista cambió de propietario: fue adquirida por el mecenas del ciclismo mallorquín Andreu Oliver Amengual, quien le dio un nuevo impulso.
[2] Durante los años 80 vivió una época floreciente, coincidiendo con una generación pujante del ciclismo local de Campos e incluso fue remodelado en 1982.
[3] Entonces adoptó el nombre de Velódromo Andreu Oliver en homenaje a su propietario, quien había fallecido recientemente (existe otro velódromo en el vecino municipio de Algaida con idéntico nombre; para distinguirlos se solía utilizarse el nombre de sus respectivas poblaciones).
[4][5] Desde entonces el velódromo permanece clausurado, en proceso de degradación y amenazado de demolición, pues la instalación no está protegida patrimonialmente y se encuentra en suelo urbanizable.