[8] Entre las características que han sido descritas en la literatura científica y por instituciones biomédicas se halla una mayor contagiosidad y una acción más severa de la enfermedad en pacientes sin vacunar respecto al resto de variantes.
Las personas infectadas pueden confundir los síntomas con un fuerte resfriado y no darse cuenta de que necesitan aislarse.
[21] Respecto a estas últimas, se han publicado datos que indican que las vacunas convencionales podrían ser efectivas a la hora de evitar la enfermedad grave y la hospitalización.
[26][27] En abril del 2021 se encontraron otras dos variantes, B.1.617.2 (VUI-21APR-02) y B.1.617.3 (VUI-21APR-03), derivadas de la original B.1.617.
Esta última variante posee la mutación T478K, a diferencia de las otras dos.