La variante Épsilon (ε) del virus SARS-CoV-2, también conocida como linaje B.1.427 o B.1.429, es una variante del virus responsable de la nueva enfermedad de la COVID-19.
Fue detectada por primera vez en Estados Unidos en julio de 2020.
[1] No se volvió a detectar hasta septiembre, cuando reapareció entre las muestras en California, pero los números se mantuvieron muy bajos durante los dos meses subsecuentes.
[4] Para julio de 2021, la variante Epsilon se había detectado en 45 países, según GISAID.
[5] En abril, Epsilon seguía transmitiéndose de manera relativamente frecuente en partes del norte de California, pero prácticamente había desaparecido del sur del estado y nunca había podido establecerse en otro lugar como variante extendida; sólo el 3,2% de todos los casos en los Estados Unidos eran épsilon, mientras que para entonces más de dos tercios eran alfa.