Está protagonizada por Hugh Jackman, Kate Beckinsale, David Wenham y Richard Roxburgh.
Los crímenes de Frankenstein terminan por atraer a una iracunda turba que irrumpe en su castillo para lincharlo; en ese momento aparece el conde Drácula, quien espera utilizar a la creación del doctor para su beneficio, revelando que esa fue su motivación para ayudarlo.
No obstante, la criatura se libera y noquea temporalmente al conde para huir con el cuerpo de su padre.
Por una confusión provocada por Igor, la turba persigue a la criatura hasta un molino de viento al cual incineran hasta que el monstruo cuestiona lo ocurrido delante de la ahora impactada multitud.
A su llegada al pueblo de Transilvania, Van Helsing y Carl son recibidos hostilmente por los aldeanos y Ana que cuestionan su propósito ahí hasta que son atacados por las novias de Drácula: Marishka, Verona y Aleera quienes intentan acabar con Ana para exterminar el clan de los Valerius.
Para cuando Ana recobra el conocimiento intenta alcanzar al cazador hasta que se percata de la presencia del hombre lobo en su castillo.
Desgraciadamente Velkan ahora como un hombre lobo controlado completamente por Drácula escucha todo y escapa, de tal forma que Ana y Van Helsing arreglan un carruaje para trasladar a la criatura al Vaticano, donde los vampiros jamás se atreverían a llegar.
Está claro que ni el cazador ni Dracula tienen intenciones de honrar el trato, ya que Van Helsing y Carl dejan encerrado al monstruo de Frankestein en una cripta de un cementerio antes de asistir al festival, y por el otro lado, Dracula, si bien ha llevado a Ana, ha infestado el lugar con vampiros, lo cual se nota en un espejo en el que Ana se ve completamente sola, Van Helsing y Carl la salvan a tiempo de ser transformada en un vampiro por Drácula, pero para su horror descubren que la criatura fue capturada por los vampiros sirvientes de Drácula y manda a todos los vampiros contra Van Helsing y sus amigos.
De esta manera Ana consigue reunirse con Carl y mata a Aleera al clavarle una estaca en el corazón.
Van Helsing rechaza su oferta de recobrar sus recuerdos y lo asesina cuando consigue morderlo, acabando con toda la estirpe del conde en el proceso.
Carl y Van Helsing realizan un funeral para Ana e incineran su cuerpo en la costa, ya que sabían que Ana jamás conoció el mar, mientras el monstruo de Frankenstein ya libre, se marcha en una balsa al océano.
Además, escribió "Hay bastantes momentos involuntariamente divertidos, aunque la experiencia en general fue demasiado dolorosa para mí como para poder defenderla como "tan mala, es buena".
El desarrollo del personaje es inexistente, y hay no son intentos de incitar la emoción.
En cambio, Sommers intenta mantener a la audiencia durante dos horas sin nada bajo la manga más que cintas de colores, bengalas brillantes y un kazoo.