Todo el término municipal de Valverde constituye un entrante geográfico en Portugal: linda hacia el oeste con Penamacor (Portugal), hacia el norte con Navasfrías (provincia de Salamanca) y hacia el este y sur con Eljas, San Martín de Trevejo, Villamiel y Cilleros.
Su carácter pirófito ha propiciado que pequeños incendios evolucionen hacia incendios de gran magnitud destruyendo periódicamente gran parte de las masas arboladas y arbustivas del municipio.
Todo el territorio portugués lindero con el municipio pertenece a la Reserva Natural de la Sierra de Malcata, un área protegida para la preservación del ecosistema del lince ibérico.
Otras fuentes económicas son la ganadería, la uva, la industria maderera y en menor medida, pero creciente, el sector turístico-rural.
Entre los años 1940 y 1980 Valverde mantuvo una importante actividad económica siempre ligada con el tráfico de mercancías con el país vecino: el contrabando fue la tabla de salvación para la pequeña parte de la población que no se vio obligada a emigrar a zonas más prosperas del Norte de España como el País Vasco y Cataluña, y más allá, principalmente a Francia, Suiza y Alemania.
La construcción se ve claramente que está inconclusa, destacando la cabecera del siglo XVI y la torre de estructura prismática de planta cuadrangular y colosal cantería granítica.
También fue construida "de dos veces" siendo su nave posterior y del siglo XVII.
La ermita del Espíritu Santo, situada en pleno campo, junto a las faldas de la montaña, es un precioso ejemplo de arquitectura eremita; y lo es tanto por su sencillez constructiva como por el espectacular paisaje que la rodea: pinos, riachuelos y moles graníticas.