Enmarcado dentro de la escuela budista Gelugpa, fue una figura política del Tíbet muy importante en el siglo XVII.
Después de una guerra civil y con ayuda de Gushi Khan, un poderoso líder militar mongol, al Gran Quinto se le concedió el poder secular del Tíbet.
Al principio gobernó por medio de un Desi o virrey, pero a la muerte de este tomó las riendas del gobierno, aunque siempre apoyándose en otros nuevos Desis.
Su muerte se ocultó 15 años, probablemente por su primer ministro y se cree que hijo, Desi Sangay Gyatso, para poder acabar de construir el Palacio de Potala y evitar que los vecinos al Tíbet pudieran aprovecharse del período de sucesión entre dalái lamas.
Asimismo al quinto Dalái Lama se le recuerda por la tensión que creó al prohibir la tradición Jonang y convertir a casi todos sus monjes a la orden Gelugpa.