Vía (escalada)
En los primeras épocas, los escaladores simplemente querían llegar a la cima, por cualquier medio posible, y había poca información sobre cómo lo conseguían.Pero durante el siglo XIX, a medida que los exploradores alpinos intentaban cumbres cada vez más difíciles, se hizo evidente, por ejemplo, que la elección de la cara este frente a la arista sur era la diferencia entre el éxito y el fracaso.A medida que la técnica se desarrollaba y las montañas del mundo eran conquistadas por sus vías más fáciles y obvias, los escaladores comenzaron a desafiarse a sí mismos buscando y probando otras rutas más laboriosas, como las vías rocosas que navegan entre el hielo o grietas finas que se extienden desde un lado de su base hasta la cima.Inevitablemente, los escaladores enérgicos se ven obligados a cruzar diferentes caminos en una sola montaña o acantilado, lo cual lleva en la práctica a que el creador de una ruta eligiera un nombre para ella.En las rutas de alta montaña, las cascadas de piedra y hielo suelen cambiar tanto la montaña que es casi imposible dar más que una idea aproximada del camino (ejemplo: “subir la cresta hasta una torre negra y pase debajo por el lado derecho, y suba por un corredor nevado hasta la cima de la cumbre”).