Véronique Tadjo

[3]​ Una beca Fulbright le permitió proseguir sus estudios en Washington, tras lo cual regresó a su país, donde ejerció la docencia durante varios años en la Universidad Nacional de Côte d'Ivoire.

[4]​ Aunque una parte importante de su vida la ha pasado en el continente africano también ha viajado por Europa y Estados Unidos.

En este periodo durante su estancia en surgió la novela La sombra de Imana (2001) [4]​ Tadjo se considera panafricana y puede percibirse en sus escritos.

[8]​ Sus historias a menudo no se desarrollan en un momento o lugar en particular sino que podrían situarse en cualquier país africano.

También los poetas de la negritud: Aimé Césaire y Léopold Sédar Senghor, Birago Diop, Léon-Gontran Damas» explica Tadjo en una entrevista en 2017.

El neocolonialismo y la corrupción de los gobernantes africanos son también temas recurrentes en sus obras.