Actualmente cuenta con entre 3 y 5 habitantes, que viven principalmente de la ganadería.
[2] La aldea se sitúa a media altura del valle de Naviso, en el hondón que forma al unirse con otros arroyos, que nacen en el Alto de Espidia.
[3] En los años 60 y 70 sufrió una fuerte despoblación, provocada por las malas condiciones de vida que se tenían en la aldea, debido a una economía de subsistencia y una ganadería que atravesaba una fuerte crisis.
A pesar de ello, la aldea ha continuado habitada por algunos ganaderos hasta hoy.
[4] La localidad se conforma por un caserío disperso de unas 10 viviendas agrupadas en dos zonas separadas 200 metros entre sí, alrededor del camino que sube a Espidia, sin ningún núcleo urbano definido.