El término viene del griego, οὖρον, (ouron) orina y φαγειν, (phagein) ingerir.
[1][2] Múltiples fuentes desaconsejan su consumo como elemento de supervivencia[3][4][5] y no se ha demostrado que tenga ningún beneficio a la salud.
Si bien algunas personas en apuros han bebido orina, no está claro si esto realmente ayudó o dificultó su situación.
En un incidente, Aron Ralston bebió orina cuando estuvo atrapado durante varios días con el brazo encajado debajo de una roca.
[8][9][10] La urolagnia es un tipo de fetichismo sexual o parafilia enfocada en la orina y la micción.