Suele representársele como un hombre anciano, blanco y barbado; en algunas imágenes lleva consigo las herramientas de un arquitecto, para crear y limitar el universo, o redes, para atrapar personas en las leyes y en las normas de la sociedad convencional.
Se trata de un personaje recurrente en los textos, ilustraciones y grabados de Blake, y aparece en los llamados Libros proféticos de Blake como, por ejemplo, Europa: una profecía, en el grabado «El anciano de los días»,[2] y El libro de Urizen, ambos de 1794.
Blake le retrata a Urizen en ocho de sus libros.
[3] Urizen hace su primera aparición en este libro, como «creador de hombres y extraño demonio del cielo».
[3] En este poema, Blake describe a Urizen, uno de los cuatro Zoas, junto con Urthona, Luvah y Tharmas, como «príncipe de la luz»[3] y primogénito de Vala, la diosa de la naturaleza.