Y tras obtener la victoria en las elecciones presidenciales de 1956 por un estrecho margen en el colegio electoral, se aseguró la reelección hasta en cuatro ocasiones.
[2] Fuera de la política, Kekkonen ocupó la presidencia del Comité Olímpico Finlandés entre 1938 y 1946.
[10] A raíz del suceso tomó posiciones más moderadas: desde 1930 hasta 1932 estuvo presidiendo la Asociación de Identidad Cultural Finlandesa.
[1] Kekkonen quedaría fuera del gobierno en 1939, al poco tiempo de iniciarse la Segunda Guerra Mundial, aunque pudo continuar en el parlamento.
Sin embargo, los centristas perdieron el poder frente a una nueva coalición liderada por la socialista Liga Democrática Popular.
Al quedar fuera del ejecutivo centró esfuerzos en el parlamento de Finlandia, primero como vicepresidente (1946-1947) y finalmente como presidente (1948-1950).
[14] Kekkonen se presentó a las elecciones presidenciales de 1950 con el único apoyo de la Liga Agraria, pero no pudo hacer nada frente a la candidatura del presidente Juho Kusti Paasikivi, apoyada por conservadores y socialdemócratas.
Si bien había quedado en tercer lugar, el jefe del estado tuvo en cuenta su experiencia parlamentaria y le encargó la formación de un nuevo gobierno que reemplazaría al del socialdemócrata Karl-August Fagerholm.
[17] Con todo ello se granjeó la confianza del presidente Paasikivi:[17] entre 1952 y 1953 llegó a compaginar su responsabilidad ejecutiva con el Ministerio de Asuntos Exteriores.
[18] Las crisis de gobierno eran habituales por el carácter del mandatario, propenso a enfrentamientos con sus rivales.
Por no sacar adelante un plan deflacionario para incrementar las exportaciones, que entre otras medidas reducía salarios y ayudas públicas, el mandatario acabó perdiendo una moción de confianza en noviembre.
Aquel gobierno duraría solo cinco meses: en septiembre del mismo año, Kekkonen aprovechó que Törngren se había ido de vacaciones para llegar a un acuerdo con los socialdemócratas y formar un nuevo gabinete presidido por él.
[23] A lo largo de su mandato hizo valer los poderes presidenciales para condicionar el trabajo del gobierno.
Casi todos los gabinetes de su época estaban compuestos por los mismos grupos: Centro, Socialdemócratas, Liberales y Partido Popular Sueco.
[28] Toda la campaña estuvo marcada por duros ataques personales, e incluso el expresidente Paasikivi se presentó a petición de la Coalición Nacional para forzar una tercera ronda que dejara a su rival en fuera de juego, sin el éxito esperado.
No obstante, en agosto de 1958 intervino cuando el primer ministro Fagerholm nombró un gabinete centroizquierdista sin la socialista SKDL.
Los conservadores le acusaron de dirigir Finlandia como un líder autocrático, mientras que el líder populista Veikko Vennamo criticó que la política exterior era, a su juicio, demasiado dependiente y servil hacia la Unión Soviética.
El presidente prometió que no se presentaría a los comicios en 1973, pero ante la falta de competencia logró una prórroga hasta 1978.
En 1970 se produjo una crisis diplomática con la URSS a raíz de una huelga metalúrgica: después de conocer que el embajador Aleksei Beljakov había contactado con sindicatos y con el Partido Comunista finlandés para alentar una revolución en Finlandia, Kekkonen amenazó a los soviéticos con dimitir y romper los acuerdos bilaterales si la intromisión persistía.
En respuesta, la URSS se comprometió a respetar la posición neutral del país y Beljakov fue relegado cuando el asunto interno quedó resuelto.
A nivel internacional, y con el objetivo de evitar la aplicación del tratado fino-soviético, Finlandia apoyó numerosas iniciativas para la desnuclearización de los países nórdicos, por un nuevo pacto fronterizo con Noruega y por la cooperación internacional.
En 1969, el país acogió las primeras negociaciones que condujeron a la firma de los acuerdos SALT.
[2] Dos años más tarde se fundaría la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), con sede en la capital finlandesa.
El historiador Juhani Suomi publicó una «biografía autorizada» basada en todos los archivos entregados por los familiares del expresidente.
Su papel al frente del país sigue siendo hoy objeto de investigación y controversia.
[1][30] Mantiene una elevada popularidad en buena parte de la sociedad finlandesa, y particularmente entre los miembros del Partido del Centro, mientras que sus críticos consideran que ejerció el poder de forma autoritaria.
[1] Debe tenerse en cuenta que pudo ejercer tal poder al garantizarse siempre el apoyo de casi todos los grupos parlamentarios,[8] con excepciones en sectores de la conservadora Coalición Nacional y en el ultraderechista Partido Rural.
[39] Si bien resultó controvertida en su época, pues los más críticos la calificaron de «servil» con la URSS,[43] sí ayudó a garantizar la independencia finlandesa; puso al país como contrapeso entre potencias, y les permitió comerciar tanto con el bloque occidental como con el bloque del este.