Las uniones celulares, o uniones intercelulares como también se les denomina, son puntos de contacto entre las membranas plasmáticas de las células o entre célula y matriz extracelular.
Estos puntos de unión permiten que las células formen láminas fuertes y que las sustancias continúen pasando libremente a través de los espacios entre las membranas plasmáticas.
Este tipo de uniones, generalmente entre el dominio basal de la célula y la lámina basal adyacente se conocen como hemidesmosomas que están integradas por integrinas.
Primero, sellan las membranas plasmáticas de las células adyacentes para crear una barrera impermeable o semipermeable entre las capas.
La unión ocurre gracias a la familia de proteínas llamadas integrinas.
El intercambio de moléculas e iones permite un acoplamiento químico y eléctrico entre las células.
[2] En estas uniones la membrana plasmática no está fusionada, sino que se hallan separadas por espacios intermoleculares estrechos.